Perseverando en el 2021
Al 2021 le precede un año como ningún otro. Y estando a tan solo trece días del 2021 podemos ver las secuelas y situaciones que el 2020 nos dejó. El 2020 fue un año en donde tuvimos que lidiar con muchas cosas que nunca antes habíamos experimentado, como por ejemplo, una pandemia. Para muchos el 2020 representa la pérdida de un ser querido, problemas financieros, ausencia de salud mental, emocional o espiritual. Para nosotras todo esto es solo un indicio de que la venida del Señor está más cerca de cuando creimos.
¿Qué nos toca a hacer a nosotras ante un año tan alarmante e impredecible? Perseverar. Ahora bien, ¿en qué debemos perseverar? Hechos 2:42 nos da luz al respecto: Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la communión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. En este pasaje nos habla sobre la iglesia primitiva, pero pareciera que este pasaje fue escrito para un tiempo como este.
Doctrina de los apóstoles
Solo nos toca pasar tiempo en las redes sociales para ver como el evangelio de Dios (la sana doctrina) está siendo afectado por hombres y mujeres que una vez profesaron ser seguidores de Cristo y que ahora persiguen/aman las cosas de este mundo. Por esta razón, es importante poner nuestra mirada en Cristo y su palabra que NUNCA cambia. Si pones tu mirada en hombres estarás expuesta a una fe menguante y cambiante.
Comunión unos con otros
Como he leído bastante en las redes sociales: “El 2020 ha ha venido a revelar quienes están en la iglesia por las razones correctas”. Lamentablemente muchos en vez de acercarse a Dios a raíz de esta pandemia han decidido apartarse. Hoy en día hay muchas iglesias vacías o cerradas debido a hermanos que han decidio dejar de congregarse y apartarse de la fe. Muchos han dejado de tener communión primeramente con Cristo y luego con el pueblo de Dios.
Oraciones
Estos tiempos nos deben llevar a orar (y mucho). Estamos viviendo tiempos cruciales a nivel mundial y eclesiástico. Necesitamos sabiduría y dirección y eso solo lo podemos obtener teniendo communión con Dios. En conformadas a su imagen hemos decidido perseverar: perseverar en la verdad que hemos creído que últimamente es nuestra esperanza eterna.
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:12-14
Como ya hemos visto, la perseverancia es una de las virtudes más hermosas que podemos cultivar en la vida cristiana. En el verso de Filipenses 3, vimos como el apóstol Pablo expresaba con denuedo que su única meta era alcanzar el supremo llamamiento que es en Cristo Jesús. Pablo nos enseña algunas de las cosas que tenemos que hacer para poder correr esta carrera que tenemos por delante con perseverancia, entre ellas: olvidar el pasado y enfocarnos en el futuro.
Jesús, quien es nuestro mayor ejemplo, perseveró mientras estuvo en la tierra hasta que cumplió su propósito el cual era morir en una cruz para darnos salvación. En Mateo 24:13 vemos como nos habla del que persevere hasta el fin, será salvo. La Biblia nos muestra a hombres y mujeres que perseveraron y lograron la realización de sus sueños y propósito. Es nuestro deseo que tu también puedas perseverar y así cumplir con la ayuda de Dios el propósito por el cual has sido creada.
En un año impredecible, cambiante, y atemorizante decide perseverar en la única fuente de seguridad, paz, gozo, y esperanza que es Cristo.