Guía práctica para una relación sabia con tu madre
Nueva vez llega el mes donde celebramos a las madres. Ese ser lleno de amor y abnegación al cual se le adula tanto durante mayo. Sin duda alguna las madres, las buenas madres, son una pieza clave en el desarrollo de la sociedad y su rol es incomparable.
A lo largo de los años valoro cada vez más todo lo que mi madre, por ejemplo, ha hecho por mí y mientras más años voy adquiriendo más entiendo cada una de sus preocupaciones, reclamos y advertencias que me hizo en mi infancia y en mis años de adolescencia.
Para entonces, mucho de lo que mi madre me decía era obedecido por mi, pero otro tanto era visto como una exageración, estorbo o molestia. No fueron una ni dos veces las ocasiones cuando, al escuchar algún consejo de mi madre, respiraba profundo y me decía a mi misma: “aquí vamos de nuevo”.
Quizás son cosas propias de la inmadurez, (aunque no es justificación) pues como te comenté, ahora entiendo mucho más a mi mamá. No vayas a pensar que era una adolescente irrespetuosa todo el tiempo o rebelde, pero seamos honestas, ¿quién no se ha molestado con su madre alguna vez?
Sea cual sea la edad que tengas, hoy es un buen día para evaluar la relación que llevas con tu madre, y si es necesario aplicar algunos cambios.
Siempre podemos mejorar.
Para ello vamos al libro lleno de sabiduría práctica de la Biblia. Ya lo tienes, ¿verdad? Proverbios. Al tiempo que leemos estos versículos pide a Dios que te ayude a honrar a tu madre (y padre) no solo el día del año que se le celebra, sino siempre. Recuerda que los regalos que puedes darle por el día de las madres, nunca pueden sustituir un trato agradable y servicial hacia ella.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,y no desprecies la enseñanza de tu madre. Pr 1:8
Nuestras madres siempre nos están enseñando, directa e indirectamente, así que prestemos atención a sus enseñanzas, ellas tienen más experiencia, ellas desean que nos vaya bien, nos quieren proteger y desean que podamos disfrutar de lo que ellas carecieron. Así que no, tu madre no quiere que desprecies lo que te dice. Así que prestemos oído y no ignoremos sus palabras. De hecho busca intencionalmente su opinión y sabiduría siempre que necesites orientación. Esto es válido aun si tu madre no es cristiana ya que eso no le resta peso a su consejo.
El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre. Pr 10: 1
Son muchas las madres a quienes la tristeza la consume. Madres que sufren por ver a donde las malas decisiones de sus hijos los han llevado, les duele verlos ir de mal en peor o ser tratadas con desprecio. Pero una madre alegre, sentirá orgullo sano al ver prosperar sus hijos, al sentirse respetadas por ellos, y saber que su amor es evidente no solo en palabras sino en hechos.
Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Pr 30:11
Hay tantas formas de bendecir a los demás. Un acto de servicio, una palabra amable, una conversación sincera. Encuentra formas de bendecir a tu madre. Si trabajas puedes darle un aporte mensual para su sostén. Si sabes que necesita que la lleves a algún lugar y evitar salir sola, hazlo. O quizás sacala a comer fuera un dia. Tu conoces a tu madre y sabes que cosas las pueden hacer sentir mimada y bendecida.