Envoltura no deseada
A veces nos pasa que categorizamos lo “bueno” y “especial” de un regalo según la envoltura, dígase si es pequeño o grande, si está limpio o sucio, si según nuestro criterio de lo que debe ser un buen regalo cumple cada uno de ellos. ¿Sabías que esto también sucede con las bendiciones de Dios? Siempre estamos a la espera de que el Señor responda aquella petición la cual tenemos años pidiendo, o que cambie una situación que haría que las cosas mejoren para nosotras.
¿Qué pasa cuando no suceden estas cosas? Nos sentimos mal, desanimadas, defraudadas, no escuchadas. Sé cuán mal es sentirse así, pensar que Dios nunca va a responder nuestras peticiones más anheladas. Sabías que muchas veces Dios contesta nuestras oraciones sólo que al no hacerlo de la manera que lo esperábamos perdemos de vista su obrar. A lo mejor te debes estar preguntando ¿Cómo es eso? Analicemos lo siguiente:
Normalmente cuando pedimos algo, nuestro deseo es que sea contestado positivamente y otorgado exactamente como lo pedimos, si no es así, entonces no estamos satisfechas. ¿No es cierto? Bueno, déjame decirte que las bendiciones de Dios para tu vida (sus regalos) no siempre vendrán con la envoltura que deseas, en la manera que lo deseas. La biblia dice en Romanos 8:26-27
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
Según este versículo podemos ver que como hijas de Dios no siempre vamos a estar en la capacidad de pedir a Dios lo mejor para nosotras (lo que nos conviene), sin embargo contamos con la provisión del Espíritu Santo que se encarga de ser nuestra ayuda cuando no sabemos qué pedir o cómo pedir a Dios en nuestra adversidad, en nuestra necesidad, o cuando tenemos que tomar una decisión. Él nos da la sabiduría (siempre y cuando así lo pidamos) para orar según la voluntad de Dios. Santiago 1:5 dice:
“Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
Esto implica que existe la posibilidad de que Dios ya te haya contestado algo por lo cual has estado orando, sólo que no al recibirlo en la envoltura que deseabas no te hayas dado cuenta que esa era su respuesta a tu oración. Los “NO” y “ESPERA” de Dios también son bendiciones. Pídele que abra tus ojos al trabajo de sus manos, para que en una próxima respuesta de él a tu oración, no la pases por alto y puedas dar gracias.
Meditemos en esto
Muchas veces Dios nos está protegiendo de algo o nos está preparando para algo. Así que la próxima vez que ores a él pídele que te ayude poder discernir cuál es la respuesta a tu oración y a cultivar un corazón agradecido el cual pueda agradecer aunque la respuesta no sea la esperada.