Dios está trabajando aunque no lo escuches
¿Te ha pasado que necesitas asistencia telefónica de algún tipo de servicio? Ya sea que tu cuenta de cable no funcione, o tal vez tienes problemas para acceder a Internet Banking, o quizá no sea un problema, solo necesitas recibir información sobre algo en particular. Ese tipo de situaciones no me gustan porque al llamar hacen muchas preguntas y te dejan mucho tiempo esperando. Pero a veces es necesario hacerlo y es mucho más rápido que ir a la sucursal para resolver la situación “x“ en persona. En las últimas ocasiones en que he tenido que pedir asistencia por medio de una llamada, luego de explicar mi caso, la persona que me atiende me hace las preguntas de lugar y luego de un largo silencio me dice: “estoy trabajando con usted aunque no me escuche”.
Ante esa respuesta y en necesidad de ayuda, no me queda más que esperar pacientemente y confiar en que realmente están trabajando aunque yo no escuche nada. Al pensar en esto, he extrapolado esta anécdota a mi Padre Celestial. Y la verdad es que Dios siempre está trabajando. Es decir, Dios está obrando, Él está realizando alguna actividad en el mundo, en tu vida. Él está desarrollando alguna labor de acuerdo a Sus propósitos eternos.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Juan 5:17
Dios trabaja en tus circunstancias
Escoge cualquier personaje bíblico, el que desees. Si conocemos su historia vamos a ver como cada acontecimiento se conecta perfectamente a un plan. José, Moisés, Rut, Ester, David, Juan el Bautista, Pablo. Cada circunstancias que atravesaron, por más dolorosa o inquietante, aquellas alegres y agradables, todas Dios las iba hilvanando con un fin, aún estuviera en silencio por años.
Y lo mismo es cierto en tu vida y la mía. ¿Qué estás atravesando ahora mismo? Tal vez no entiendes o no le ves razón de ser. Pero te aseguro que más adelante será posible para ti comprender los propósitos de Dios y Sus planes para ti.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9
Dios trabaja en tu carácter
La causa principal por la que Dios está trabajando en tus circunstancias es para poder trabajar en tu carácter y hacerlo más como el de Jesús. Es para crear el ambiente en donde puedas crecer. Es en nuestras circunstancias (sobre todo en aquellas difíciles) donde Dios enciende el fuego que purifica el oro, que purifica tu vida y la hace brillar. Volvamos a nuestros personajes bíblicos y mencionemos solo algunas de sus circunstancias y cómo se fue forjando su carácter:
José tuvo que ir injustamente a la cárcel. Allí interpreto algunos sueños y esta fama creada en aquel lugar le permitió llegar a Faraón y luego a ser el segundo en Egipto. Posición que usó para el bien de esa nación y posterior encuentro con sus hermanos.
Moisés tuvo que pasar 40 años lejos de su ciudad y comodidad en el palacio, pastoreando el ganado de su suegro. Dios trabajó la mansedumbre en él y lo preparó para “pastorear” al pueblo de Israel por el desierto.
Rut quedó viuda muy joven, decidió acompañar a su suegra a una tierra donde sería una extranjera. Estas eventualidades la hicieron esforzarse mucho. El trabajo arduo que mostró la hizo tener estima y virtud frente a los demás, incluyendo a Booz, quien más tarde la redimió y con quien puedo procrear al abuelo de David, siendo parte de la genealogía de Jesús.
Continúa el ejercicio tú, piensa en la vida de Ester, David, Juan el Bautista y Pablo. Todos pasaron circunstancias en las que Dios estaba trabajando, Dios las permitió, y las usó para forjar en ellos un instrumento de bendición a otros y de gloria a Sí mismo. Y nuestras historias, tu vida y la mía no son la excepción…
Repito: Dios está trabajando en que nuestro carácter sea más como el de Jesús.
Dios escucha aunque tú no lo escuches a Él
Por último, quiero animarte a que confíes y esperes en el trabajo de Dios. Aunque tú no lo escuches a Él por cierto tiempo, Él te escucha. Él te conoce y sabe de qué cosas tienes necesidad.
Así que puedes clamar a Él con la certeza de que serás escuchada.
Los siguientes versículos lo confirman:
- Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Salmos 34:4
- Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. Salmos 66:19
- Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios… Tú oyes la oración. Salmos 35:1-2
- En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. Salmos 18:6
Y la lista puede continuar…
Querida, esperar respuesta no es tarea fácil. Obtener solo silencios (temporales) de Dios tampoco. Pero Dios te está escuchando aunque no lo escuches a Él. Dios está haciendo algo. Algo más grande de lo que imaginas. Él esta haciendo algo a tu alrededor y en ti. Dios está trabajando.