El regalo del perdón
Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Colosenses 3:13
Todas hemos sido heridas, ya sea producto de una mentira, de un abandono, o de una traición…you name it ___________ alguien en algún momento nos ha roto el corazón. Una vez que somos heridas tenemos dos opciones a tomar: perdonar o guardar rencor. Algunas de nosotras decidimos “perdonar” y otras preferimos guardar rencor porque entendemos que la persona que nos hirió no merece nuestro perdón.
Perdonar es una decisión que conlleva un proceso. El hecho de que perdones a alguien que te hirió no significa que automáticamente se ha de borrar de tu mente el hecho ocurrido o los efectos que tiene/tuvo en tu vida. Sin embargo, cuando decidimos perdonar por las razones correctas somos libres de amargura, dolor, y frustración.
Quizás te estarás preguntando: ¿En qué consiste el perdón? ¿cómo se si realmente he perdonado a alguien? o ¿qué beneficios trae el perdón?
En qué consiste el perdón
Perdonar no es tarea fácil. Normalmente cuando somos heridas uno de nuestros instintos como seres humanos es querer vengarnos de la persona que cometió la ofensa hacia nosotras y buscar la forma de herirle de vuelta. Sin embargo, nuestro instinto como cristianas debe ser perdonar.
Perdonar consiste en pasar por alto la ofensa cometida hacia mi. Implica que en lugar de pensar en formas de cómo vengarme, tu decides liberar a la persona que te hizo daño y aún más importante liberarte a ti misma de ese dolor….Mucho más fácil decir que hacer…I know. Perdonar a alguien por nuestras propias fuerzas puede resultar difícil pero cuando lo hacemos a través de los lentes del evangelio y con la ayuda del Espíritu Santo es mucho más fácil otorgar este regalo.
Ser cristiano significa perdonar lo imperdonable, porque Dios ha perdonado lo imperdonable en ti.
C.S. Lewis
Y bueno con esta frase de C.S Lewis terminamos el artículo aquí…kidding ! Pero creo que C.S Lewis no puedo haberlo dicho mejor cuando expresó esas palabras. Cuando entendemos que hemos sido perdonadas a alto precio, y que Dios extiende gracia sobre gracia sobre nosotras seremos más prontas en otorgar perdón a quienes nos hieren u ofenden.
También es importante entender que muchas veces las personas no nos hieren de forma intencional, y que sus acciones son un reflejo de un área rota que hay en ellos. Estudiando psicología he aprendido mucho sobre cómo las acciones de otras personas tienen mucho más que ver con su trasfondo que conmigo como persona. Como otros me tratan o reaccionan ante mi va más relacionado a cómo ellos se ven a si mismos y lo que han vivido que la percepción que ellos tienen de mi.
Seamos amables, no sabemos qué batalla el prójimo está luchando.
Cómo sé si he perdonado a alguien
¿Te ha pasado que crees haber perdonado a alguien pero cuando te lo/a encuentras en algún lugar trates de evitarlo/a a todo lugar porque no quieres saludarlo/a? En mi caso soy culpable de esta clase de acción y en esos justos momentos en cuando Dios me dice: “ha! I got you, te dije que no habías perdonado”. Sin embargo he aprendido que algunas formas de confirmar si he perdonado a alguien es cuando:
- Al venir a tu mente lo ocurrido ya no duele, no sientes rencor.
- No le niegas hacerle un bien a esa persona que te ofendió, dígase ayudarlo/a con algo que necesite.
- Cuando renuncias a la idea de herirlo/a de vuelta.
- Cuando bendices a esa persona en lugar de maldecirla.
- Cuando oras por el/ella.
Beneficios de perdonar
Los beneficios del perdón tienen mucho que ver con nuestra salud espiritual, mental, y emocional más que con la del ofendido. No estoy diciendo que no se siente bien el saber que alguien te ha perdonado, pero los beneficios que existen de manera personal son muy importantes.
Cuando perdonas te libras de vivir una vida amarga. Siempre me ha gustado la ilustración que existe sobre la falta de perdón haciendo la comparación entre beberse un veneno y esperar que el otro muera de ello. Cuando decides no perdonar te haces más daño a ti misma que a la persona que le estás negando el perdón. Es muy triste tener que vivir una vida amargada, llena de dolor, frustración y hasta complicaciones físicas (suele pasar) porque no tuvimos la gracia suficiente para otorgar el regalo del perdón. Nunca serás libre si decides guardar rencor en lugar de perdonar.
Cuando perdonamos nos parecemos más a Cristo. Si somos honestas Jesús tenia todas las razones necesarias para no perdonar. Pedro lo negó, Tomás dudó de su integridad como hijo de Dios, Judas lo traicionó, y nosotras lo colgamos en una cruz. A pesar de todo esto el nos eligió para que tengamos una relación personal con El y para que seamos sus hijas.
Debemos seguir los pasos de Cristo, y los pasos de Cristo involucran amor, humildad, y gracia suficiente para otorgar perdón a aquellos que nos han herido. No digo que sea fácil, lo que si digo es que es posible porque el amor de Cristo ha sido derramado en nuestros corazones y ese mismo amor es el que nos hace aptas para poder lograrlo. Hoy, elige otorgar perdón !!