Cuando estoy abrumada
Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Lucas 10:41-42
Es increible como en un abrir y cerrar de ojos tenemos la agenda repleta. Hay tanto por hacer que ante una propuesta más solo nos queda decir el típico “…es que no tengo tiempo”. Simplemente hay días en los que nos levantamos abrumadas y nos acostamos exhaustas. Hay demasiado demandando nuestra atención.
No sé cómo luce estar abrumada en tu vida, pero en la mía, muchas veces es un escenario que detesto. Al mirar atrás, estoy contenta de haber hecho algunos avances en cuanto al uso de mi tiempo, hay ciertas prácticas que he implementado con éxito y estoy feliz de que me han funcionado tan bien, así que un ¡Hurra! para mi. (Yay, hay que celebrar las pequeñas victorias).
Sin embargo, aún me encuentro muy necesitada de manejar mejor las horas que Dios me regala cada día. No quiero andar a la carrera, no quiero sentir ansiedad por una larga lista de cosas pendientes, no quiero afectar mi salud, no quiero espinillas o cutículas maltratadas por causa del estrés y mucho menos quiero que mis relaciones se vean afectadas, pues al final, mi relación con Dios y con las personas que Él ha puesto en mi vida es lo que tiene mayor valor, es lo que realmente importa, trasciende y me llena de gozo.
Definitivamente siempre habrá mucho por hacer (dentro y fuera de la iglesia) y que bueno es tener en qué invertir el tiempo, creeme este post no es un llamado a estar ociosas. Pero aunque la agenda ideal sea solo eso… ideal, es decir que solo está en nuestra mente, se hace vital organizarnos bien para lograr ser productivas sin morir en el intento, pues mucho del estrés que obtenemos es por un mal manejo nuestro, no necesariamente por la cantidad de tareas.
Déjame compartirte algunas de las situaciones que, si no tengo el enfoque correcto, tienen el potencial de abrumarme:
- Cuando dejo de hacer algunas responsabilidades y se me acumula el trabajo. Negligencia.
- Cuando descuidado mi comunión con Dios, sobre todo la oracion y meditacion.
- Cuando tengo muchas decisiones pendientes e importantes que tomar, lo que me provoca fatiga mental.
- Cuando pienso o vivo demasiado en el futuro, y ante las incertidumbres me inquieto.
- Para ahorrarme espacio, mejor ni menciono las redes sociales…
¡Imagina cuando todo lo anterior ocurre a la vez! MOOD: sobreviviendo XD
Hay dos extremos, no-favorables, que podemos tomar para salir dejar de sentirnos abrumadas o nos desligamos por completo justificando que “es tanto que mejor no hago nada”, lo cual empeora todo. O nos cargamos tanto que para poder cumplir hacemos un esfuerzo excesivo durmiendo muy poco, nos saltamos los horas de comidas, etc., en fin, tomamos tiempo de otras actividades, lo que nos hace obtener, muchas veces, resultados mediocres y una salud deteriorada, aunque no lo notes al momento, a largo plazo “nos pasan factura”.
De nuevo, quiero aclarar que es grandioso dedicar tiempo a cosas productivas, y sé que a veces se nos presentarán deberes que exigen un esfuerzo y sacrificio mayor de nuestra parte, pero el asunto está en lograr ser balanceadas, en escoger la mejor parte, en saber que todo tiene su tiempo. (Eclesiastés 3:1).
Personalmente, lo esencial para salir del estado de afán es orar al Señor, específicamente pido por:
Descanso. Sea lo que sea que tenga que hacer, pensar o decidir. Me detengo, respiro y pido a Dios que me inunde de paz, de Su paz.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
Ayuda. Lo necesito a Él con tal de empezar mis deberes. Necesito Su poder.
Con mi Dios asaltaré muros… Dios es el que me ciñe de poder… Quien adiestra mis manos para la batalla. (Salmos 18:29,32,34)
Diligencia. Los pendientes no se harán solos, las decisiones no se tomarán de manera automática, hay que que trabajar. (en esta publicación encontrarás más versículos super motivadores sobre este punto).
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 2 Timoteo 2: 6
Estas tres oraciones me sirven no para solo a regular mi agenda, sino que también para retomar mi enfoque y descongestionar mi mente.
Finalmente, los siguientes tips también son muy prácticos.
- Escoge tus prioridades. (Como lo hizo Maria)
- Aprende a decir que no. Sé que eres super talentosa y capaz y puedes hacer de todo, pero no tienes que hacerlo todo. No tienes que hacer todo lo que te pidan hacer ni todo lo que ves a los demás hacer.
- Toma ayuno digitales.
- Planifica tus días. No llenes cada hora de tu agenda, deja espacios libres para cualquier imprevisto.
La vida no tiene por que ser tan complicada. Que lo urgente no nos quite lo importante. Es un desafío digno de tomar.