¿Tentada? No cedas
Era la lección número tres, en mi libro de discipulado. Se titulaba “Victorioso” y la primera pregunta decía: Dios no tienta a nadie, entonces ¿Quiénes son los enemigos del creyente? Seguido, había tres versículos con un espacio en blanco para que yo pudiera escribir, de acuerdo a cada uno, los nombres de los enemigos. Estos son: (1) la Carne, (2) el Mundo y (3) Satanás.
Si llevas algún tiempo en el evangelio sabes que como cristianas estamos en una batalla y seguramente ya has tenido unas cuantas luchas. Estamos una guerra espiritual que puede no ser tan fácil de entender pero que experimentamos a diario. Batallamos con nuestros deseos pecaminosos, un sistema que intenta desviarnos de la Verdad y un Príncipe de las tinieblas que quiere llevarnos lejos de Dios. Hoy quiero que hablemos sobre el último enemigo de la lista anterior: Satanás.
Conociendo al enemigo
La Palabra de Dios nos describe cómo es Satanás, nos menciona cuál es su modo de operar. ¡Esto es tan importante! El primer paso para luchar bien es saber quién y cómo es nuestro enemigo y Dios nos lo ha informado claramente. Satanás:
-es Mentiroso, padre de mentiras, no hay verdad en él. Juan 8:44
-es Engañador y Acusador. Apocalipsis 12:9-10
-Anda como León rugiente buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8
-es el perdedor al final del juego. Apocalipsis 20:10 (Por cierto, saludo a todas las fans de Avenger Endgame)
Con este currículum no se puede esperar nada bueno de él. En las Escrituras también encontramos cómo engañó a Eva (Gn 3), cómo quiso hacer que Job negará a Dios (Job 1), y cómo entró en Judas para que traicionara a Cristo (Lc 22:3). En fin, me he enfocado en que veamos todas estas cualidades para que podamos identificar bien al enemigo. Pues muchas veces atacamos y culpamos al adversario equivocado y creemos que son nuestras amistades, nuestro jefe, nuestra familia, nosotras mismas o hasta Dios mismo, y esto no es así, por eso terminamos vencidas y exhaustas.
En el campo de batalla, el dardo principal del enemigo es a través de sus tentaciones.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie. Santiago 1:13
Mi diccionario define tentar como inducir o estimular a algo generalmente malo. Como fueron provocados Eva, Job, Judas, José, Ananías, Safira, Jesús, tu, y yo. Algunos de ellos cedieron, otros no. Si, Satanás nos tienta, pero nosotras somos responsables de nuestra respuesta. No podemos justificarnos cuando obramos en desobediencia a Dios y pensar que no tenemos a nuestro alcance el hacerle oposición al Diablo y salir victoriosas ante sus provocaciones. Jesús es el mejor ejemplo. Deberías leer Lucas 4:1-13 antes de seguir con este artículo. Te animo a hacerlo ahora mismo, pues todo lo que sigue estará basado en ese pasaje.
Ok, ya que lo leíste, ¿lo leíste verdad? Déjame contarte que en esa sección donde se narra la tentación de Jesús, veo 3 áreas en las que Él fue tentado y que probablemente nosotras también.
1.Necesidades físicas
Jesús tuvo hambre. El enemigo podría aprovechar nuestros deseos y necesidades físicas para hacernos pensar que si lo tuviera ya estaríamos felices y completas, incluso el engaño está en sugerirnos maneras (todas incorrectas) de proveer para nosotras mismas, como hizo con Jesús proponiéndole que hiciera pan de piedras para que se sintiera saciado. Cualquiera que sea tu hambre física, es temporal. Mejor es la palabra del Dios eterno que dura para siempre. Él nos muestra más excelentes maneras de vivir y mejores formas de saciar nuestras necesidades.
2. Vanidades
A Jesús se le ofreció todas las cosas de este mundo a cambio de su adoración. Fue llevado a un monte alto para que sus ojos contemplen todo los reinos que se le estaba ofertando. Muchas veces somos ¨llevadas¨ a querer más y más con tal de que nos olvidemos de Dios. Idolatramos cosas, personas, posesiones y quitamos a Dios del trono de nuestras vidas. Pero solo Él es digno de nuestra adoración y servicio, solo Él es el Señor.
3.Mi identidad y piedad
Si eres hijo de Dios, échate de aquí abajo pues escrito está… Es increíble la osadía con que Satanás incluso intentó usar las Palabras y promesas de Dios mismo para hacer caer al Señor, pero no fue así. Ciertamente Jesús fue tentado en todo, pero sin pecado (He 4:15). Satanás nos retará hasta en aspectos de la vida cristiana haciéndonos dudar de quién somos en Dios y lo que podemos hacer en Él. Pondrá en tela de juicio Las Escrituras para que dejemos de confiar en el Dios fiel y verdadero.
Tu tentación
Una mentira, pensamientos lujuriosos, tomar lo que no te pertenece, tirar al piso tus convicciones, revelar un secreto de tu mejor amiga, dudar de Dios, llenarte de orgullo y arrogancia, buscar tu propia gloria, ver pornografía, comer más de lo necesario, buscar venganza. ¿Ante qué tentaciones te enfrentas hoy? No cedas, el poder de Cristo habita en ti para luchar y ganar, porque Él ya obtuvo la victoria por ti.
Y si ya has caído, busca el perdón de Dios, arrepiéntete y confiesa tu pecado. Dios siempre está dispuesto a perdonar. Cristo murió para que fuera posible. Él te comprende, el pasó por esas luchas pero logró vencerlas para que nosotras podemos hacerlo también. Jesús nos dejó Su ejemplo, cuando fue tentado estaba lleno del Espíritu Santo, gracias a esto pudo hacerle frente al enemigo y quiere que andemos por el Espíritu igualmente.
Llénate de las Escrituras, ellas son la espada que te acompañan en tus batallas. Medita siempre en la Palabra de Dios y memoriza versículos para que te ayuden a defenderte y para que así como Cristo, tengas un arma eficaz contra Satanás. Además mantente alerta y en oración, reconoce tu debilidad y pide al Padre Celestial Su asistencia en todo momento.
Velad y orad, para que no entréis en tentación. Mateo 26:41