Oraciones que transforman
Hace dos años empecé el proceso de mis braces. De hecho, escribe un artículo al respecto el cual puedes encontrar aquí. En realidad este proceso empezó muchos años atrás cuando era adolescente. Mi madre me llevó a donde un odontólogo para ponerme braces pero el nos dio la inesperada noticia que tenía una condición que hacía que en lugar de braces necesitara una operación.
Dos años atrás empecé el viaje de buscar diferentes opiniones de parte de otros odontólogos. En mi búsqueda a través de google, me encuentro con el doctor con el cual estoy ahora y desde el momento que tuve la consulta con el me confirmó lo que me habían dicho anteriormente pero también me dio la esperanza de hacer un trabajo con los braces que fuera exitoso.
En Junio del 2019 tomé la decisión de confiarle mi problema a una persona que había visto por primera vez ese día y que la única referencia que tenía de él era basada en reviews en google. Me imagino que te estás preguntando ¿qué tiene que ver esta historia con la oración? Ahora te comparto como la relaciono.
A la edad de 9 años entregué mi vida al Señor. Desde ese momento he experimentado la bondad, gracia, misericordia, y grandeza de Dios en mi vida de muchas maneras. Dios ha probado ser FIEL en mi vida muchas veces (muchas más de las que puedo contar). Sin embargo, han habido ocasiones que cuando tengo un problema El es la última persona a la cual acudo, El ha sido la última persona a la cual le he confiado mi problema.
¿No les parece interesante el hecho de que muchas veces somos mas prontas en confiar en un humano que en Dios? ¿Alguna vez te haz puesto a pensar el por qué de este asunto? He llegado a la conclusion de que muchas veces más que confiar, acudimos a un ser humano porque esa persona puede hacer como queremos en lugar de lo que realmente necesitamos.
Muchas oraciones en la Biblia se basan en un interés genuino en la reputación y gloria de Dios. Cuando nos enfocamos obedientemente en el Señor, pidiéndole que sea exaltado a través de nosotros, estamos orando de acuerdo a su voluntad.
Charles Stanley
¿Que tipo de oraciones nos transforman?
- Oraciones en donde hay un corazón rendido.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremias 29:11
NO es fácil intercambair nuestros planes por los de Dios. Rendir nuestros sueños, planes y expectativas por los de Dios es un proceso muy doloroso. La Biblia dice en Jeremiás 29:11 que Dios tiene planes de Dios y no de mal para cada una de nosotras. Cualquier cosa que Dios permita (o no permita) en nuestras vidas es con el propósito final de bendecirnos.
- Oraciones en donde hay un espíritu obediente.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
Salmos 32:8
No nos vale de nada orar para que el Señor dirija nuestros pasos y al final hacer lo que bien nos parezca. Cuando acudimos a Dios en oración debemos tener un espiritu dispuesto a hacer según el nos guie.
- Oraciones donde hay gratitud.
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicences 5:16-18
Algo que ha faltado mucho en mi tiempo de oración es ese momento en donde le doy gracias a Dios por aquellas oraciones que ha respondido, pero también por aquellas las cuales no constetó según mi preferencia. Te puedo decir con sinceridad que al pasar los años he visto como el hecho de que el Señor no haya respondido muchas de mis oraciones han sido mis mas grandes bendciones. Integramos la gratitud en nuestras oraciones porque esa práctica nos ayuda a no olvidar cuán bueno Dios ha sido, es y seguirá siendo con nosotras.
- Oraciones donde hay fe.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6
La FE hace una gran diferencia en nuestras oraciones. A veces venimos a Dios de manera automática, por asunto de costumbre. Tenemos que acercarnos a Dios con la confianza de que El es capaz de hacer mucho más de lo que pedimos o entendemos según su voluntad. Que nunca nos falte la fe en nuestro tiempo de oración. Servimos a un Dios que es fiel a sus promesas.