Actitud de (In)gratitud
El agradecimiento es la memoria del corazón. (Anónimo)
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos ofrecido ayuda a alguien que nos haya pedido un favor. Todos. Y también nos ha tocado ser quien pida ese favor. Esto es común puesto que somos seres interrelacionales y no somos autosuficientes.
Ahora, algo sumamente molestoso, por lo menos para mí, es haber ofrecido mi tiempo y energía en ayudar a alguien y no escuchar un ”gracias” de vuelta. No pido mas nada, no necesito remuneración económica, ni que me devuelvan el mismo favor, pero un amable agradecimiento es suficiente para sacarme una sonrisa y generar satisfacción en mí corazón.
Lo anterior no es del todo aceptable ya que hemos sido enseñados a dar sin recibir nada a cambio. Pero estoy segura que tu también te sientes bien cuando la gente valora lo que haces por ellos. La verdad es que debemos seguir siendo generosos y colaboradores aunque nadie lo note y mucho menos lo agradezca. Pero esto no quita lo importante que es dar las gracias, es decir, es buenos modales 101…
Es fácil señalar cuando son ingratos con nosotros, pero ¿has pensado en cuán desagradecida has sido tú? ¡Sí, tú!
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, INGRATOS, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios” (2 Timoteo 3:1-4)
Desagradecidos con Dios y con el prójimo.
Si solo pudiéramos estar conscientes de todo lo que Dios nos regala y permite cada día aun sin pedírselo. La luz del sol, agua, alimento, aire fresco, salud, manos, piernas, familia, amigos, trabajo, arboles, música, vida. Cada día es un maravilloso obsequio de Dios.
Muchas veces somos más propensos a quejarnos porque el sol está muy caliente en lugar de valorar todo lo que la luz del sol nos brinda, (como vitamina D, por ejemplo) nos quejamos de que el trabajo nos tiene cansados, en lugar de darle gracias a Dios por esa fuente de ingreso, criticamos tener piernas delgadas en vez de alegrarnos que las tenemos ambas, para caminar. Etc, etc, y un largo etc.
Y qué decir de aquellas peticiones que Dios nos responde con un sí. En la ausencia de esta clamamos, pedimos, nos humillamos y una vez la recibimos nos olvidamos de agradecer. Reaccionamos como los leprosos en Lucas 17:11-19 donde diez pidieron ser sanados y todos ellos recibieron sanidad de parte del Señor Jesús mientras que solo uno le dio gracias.
Por otro lado, en Romanos 1 vemos el descontento de Dios cuando la humanidad en el pasado, habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias Vr 21. Por esta y otras causas, expuestas en el capitulo mencionado, Dios reveló su ira y los (nos) entregó a toda clase de mal (pecado).
¿Ves las fuertes consecuencias de la ingratitud?
Para cambiar esta mala actitud, intenta, por lo menos, enumerar 10 cosas cada día por las cuales le des gracias a Dios. Así creas el hábito de ser específica y abundar en tus motivos de agradecimiento y no sola das gracias por los alimentos cada día… Para eso, incluso puedes tener un diario de gratitud en el que puedas registrar por escrito cada una de las cosas por las que le das a Dios las gracias. Recuerda que esta es la voluntad de Dios.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1Tesalonicenses 5:18
También agradece a aquellos que te rodean y hacen tu vida más cómoda, placentera y bendecida. Enviar una nota, o mensaje de agradecimiento puede cambiarle el día a alguien, no esperes a su cumpleaños, sorpréndelo (la) el día menos esperado.
Por último, quiero que sepas un dato: ser personas agradecidas influye en tu salud según diversos estudios científicos de neurociencia.
“Expresar gratitud cambia literalmente la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris funcionando y nos hace más saludables y felices. Cuando sientes felicidad, el sistema nervioso central se ve afectado. Eres más pacífico, menos reactivo. La gratitud es la práctica más efectiva para estimular los sentimientos de felicidad.”
Así que sé agradecida para que puedas dar gloria a Dios, honrar al prójimo y ser feliz.