Más de lo que esperabas
Muchos niños estaban a la expectiva de recibir sus regalos de navidad. La escuela había recibido una donación de parte de una iglesia para regalar juguetes durante este tiempo. Mientras estábamos todos reunidos en el aula, “Santa incluido”, llamando a cada niño para hacer entrega de sus regalos, una de las profesoras se dio cuenta que solo restaba un regalo y aún habían dos niños que faltaban por llamar. Ella se acerca a mi y me pregunta como se llama la niña de la cual no tenemos el regalo y después que le proveí el nombre ellos se movieron rápido para hacer los ajustes de lugar y asegurarse de que la niña también recibiera su regalo.
En el momento me sentí mal por ella, y pensé: “How sad is to be left behind.” En ese momento entendí que es como me siento/sentía (es un proceso) en muchas areas de mi vida, especialmente en el área de las relaciones. I just feel left behind as if nobody cares. Lo que le pasó a esa niña de alguna forma sirvió para ayudarme a identificar un sentimiento que tenía pero no estaba clara que lo tenía.
Al final del día, los niños me pidieron si podían abrir los regalos y enseñárselos a sus amiguitos a lo cual yo accedí e hicimos la dinámica de llamar a cada cual por su nombre y mientras los llamaba ellos abrian su regalo y se lo enseñaban a la clase. En ese momento fue cuando me encuentro con la sorpresa que la niña que había sido “left behind” recibió mucho más que los demás. El regalo de ella lo encontré dentro de la bolsa de regalo de otro niño y ahora esta niña que al principio parecía haber sido olvidada estaba recibiendo mucho más de lo que esperaba.
Este evento impactó mi vida. Es como si Dios me estuviera diciendo yo quiero darte mucho más de lo que esperas pero necesito que confies y descanses en mi. ¿Y adivina qué? Estoy segura que si estás leyendo este artículo es porque también Dios quieres que recuerdes que cuando crees que “nobody cares”, He DOES care y está dispuesto y es capaz de darte mucho más de lo que esperas o imaginas. Mientras tanto, disfruta la etapa en la que te encuentras.
Si le has confiado a Dios tu salvación, también puedes confiar en su soberanía y sabiduría para proveer para ti lo que realmente necesitas en el tiempo adecuado.
Otra lección que aprendí mientras estos niños abrian sus juguetes y se lo enseñaban a sus amiguitos es que tenemos que aprender a ser feliz por la bendición que alguien mas recibió, o va a recibir. Es muy fácil sentirse celoso o amargado porque alguien recibió algo que quiero y he estado esperando años por recibir, pero se necesita un corazón bien cimentado en la palabra para escoger alegrarse por la felicidad del prójimo y ser parte de su bendición aún yo esté en espera de la mía.
Los juguetes que estos niños recibieron variaban en tamaño, sin embargo cada uno se alegraba por el regalo que su amiguito recibía y le decía: “wow, qué bonito regalo recibiste, me siento muy feliz por ti.” No me cabe dudas que esta es una de las razones por las cuales la Biblia enseña que para entrar el reino de los cielos tenemos que ser como niños. Estos niños no compararon el tamaño de sus regalos, sin embargo decidieron alegrarse por lo que su amiguito recibió.
Sin importar lo que este año traiga a nuestras vidas, decidamos ser como niños y alegrarnos por la bendición que Dios en su soberanía y conocimiento de los tiempos decide proveer a las personas que nos rodean. Mientras esperas, decide alabar a Dios. No caigas en auto compassion, o amargura. Si le has confiado a Dios tu salvación, también puedes confiar en su soberanía y sabiduría para proveer para ti lo que realmente necesitas en el tiempo adecuado.