En los zapatos de alguien más
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
Filipenses 4:11
En este mes estuve celebrando el cumpleaños de mi hermana. Para celebrar su cumpleaños decidimos ir a un lugar en New York que ambas teníamos varios meses queriendo ir. Para dicha ocasión decidí ponerme unos tenis que tenía un buen tiempo que no usaba para poder lograr el outfit que yo quería. Cuando decidí ponerme esos tenis ya sabia que no eran muy cómodos de usar y que al final del día me iban a dejar con los pies estropeados. La excusa que me dije fue la siguiente: “Sólo serán par de horas”. Antes que me juzguen, quiero recordarles que este blog es “judgment zone free”. (bromeo lol)
En ese evento comprometí mi comodidad y bienestar por una apariencia externa. Si me hubieras visto ese día no te hubieras imaginado que ya a la hora estaba lidiando con dolor en los pies. Las apariencias…¿No son ellas poderosas? Externamente me veía bien, pero internamente estaba contando las horas por llegar a casar y salir de esos tenis.
Decidí compartirte esta vergonzosa historia porque el Señor utilizó la misma para enseñarme una lección de vida. Quiero que te preguntes lo siguiente: ¿Cuántas veces has deseado estar en los zapatos de alguien más? No todo lo que ves en las redes sociales o en el día a día de alguien es compatible con la realidad que está viviendo.
Si te soy honesta, han sido muchas ocasiones en las cuales me he querido ver en los zapatos de alguien mas. He querido tener el éxito professional de x persona, el estado civil de fulana, o simplemente las oportunidades que otra persona tiene. El problema con querer en base a lo que vemos es que no conocemos la historia completa detrás del éxito, estado civil u oportunidades de x persona.
La Biblia nos enseña que debemos aprender a contentarnos…”cualquiera que sea nuestra situación”. Recientemente vi un post en IG donde decía que “la comparación no es objetiva porque siempre nos comparamos con el que más tiene, y nunca con el que desearía tener lo que SI tenemos”. ¿Ves? Todo es asunto de perspectiva.
Muchas personas para tener el éxito professional, la pareja, u oportunidades que tienen han sacrificado mucho. Algunas han sacrificado la voluntad de Dios para sus vidas, otras han sacrificado sus valores y relaciones. Esta misma situación debe llevarnos a ser intencional en NO desear nunca más estar en los zapatos de alguien más.
Podemos llegar a cometer el error de sacrificar tanto para encontrarnos en los zapatos de alguien mas solo para darnos cuenta que donde estábamos era un lugar seguro provisto por Dios.
Si me hubieras visto ese día no te hubieras imaginado que estaba luchando con un dolor de pies y como dijo el principito “lo esencial es invisible a los ojos”. Estás donde tienes que estar, por las razones correctas. Dios no se ha olvidado de ti. El tiene planes de bien y no de mal para darte un futuro y esperanza.
Si persistes en mirar para los lados y enfocarte en la bendición de alguien más en lugar de agradecer y crecer donde Dios te tiene, perderás de vista lo que Dios quiere hacer en ti y a través de ti en esta etapa de tu vida.
No es fácil estar contentos con lo que tenemos. Esta práctica requiere intencionalidad y confianza en Dios. No te dejes engañar por lo que ves. Cada persona sin importar donde se encuentre está luchando con algo. Confía en la soberania, cuidado y sabiduría de Dios para darte los zapatos del size que necesitas.