Haz Algo
Hay una canción escrita por Matthew West titulada “Do Something” que habla sobre una persona que se levanta un día en la mañana y se detiene a ver cuántos problemas el mundo enfrenta, pensando ¿Cómo es posible que hemos llegado tan lejos? Interesante pregunta, cierto? Luego menciona que él alza sus ojos al cielo y le dice a Dios: ¿Por qué no haces algo ante esta situación? No puedo soportar el hecho de ver personas pobres pasando hambre, niños ser vendidos a esclavitud, simplemente no puedo soportarlo, ¿Por qué no haces algo Dios? Y Dios le contesta: Ya lo hice, te creé a ti. Wuao !!
Te adelanto que me encanta esta canción por el mensaje que transmite: como está el mundo hoy día tiene que ver en gran parte en cómo nosotras como hijas de Dios (luz en las tinieblas) estamos viviendo la vida Cristiana. La palabra de Dios nos dice en Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obra es muerta”
En el comienzo de la iglesia, conocida como la iglesia primitiva, la biblia nos menciona que ellos tenían todas las cosas en común. Hechos 2:44 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” Es decir, si uno comía, todos también lo hacían. ¿Qué hermoso, no? Ver el amor de Dios ser puesto en práctica entre ellos. No había forma que alguno entre ellos estuviera atravesando problemas solo, pues todos estaban unidos.
Pero… ¿Y qué de nosotras hoy día? ¿Tenemos todas las cosas en común? No lo creo. Y no me malinterpreten, no estoy diciendo que no existan todavía hijas de Dios que sean sensibles a las necesidades de sus hermanas en Cristo, es solo que siendo honestas, no es lo que abunda hoy en día en nuestras iglesias. Cada cual está en lo suyo, invirtiendo para lo que es perecedero (no perdurable).
Quizás te ha sucedido el estar consciente de la necesidad de una hermana en la iglesia, la cual está atravesando por problemas económicos críticos, y a duras penas tiene para comer dos veces al día. Quizás sentiste en tu corazón bendecirle de alguna forma, pero no podías dejar pasar la oportunidad de comprarte ese par de zapatos que estaban en oferta. Quizás una joven de tu iglesia no cuenta con los recursos necesarios para poder comprarse una falda o una blusa para ir bien vestida los domingos a la iglesia (o a cualquier otro lugar), pero no puedes desprenderte de esa falda que recién compraste porque es “tan bonita” y no sabes cuándo podrás encontrar otra igual. O quizás te has dado cuenta de que la vida espiritual de una joven en tu iglesia está decayendo, y a su vez, se está apartando de los caminos, pero nunca has decidido sacar el tiempo para llamarle y animarle a seguir adelante.
Si es el caso, tenemos que orar por más amor por nuestros hermanos en la fe, e inclusive a veces carnales. Si queremos ser “Conformadas a la imagen de Cristo”, debemos seguir sus pasos y el ejemplo que Dios nos dio fue uno de amor incondicional y entrega completa hacia los demás. Marcos 10:45 “Porque el hijo del hombre no vino para ser servido, más para servir, y dar su vida en rescate por muchos” Y éste es solo un verso, de los muchos que hay, que nos hablan de cómo Dios sirvió a los demás, siendo este uno de sus propósitos principales mientras estuvo en la tierra. No te juzgo pues yo también en ocasiones he sido egoísta, pero nunca es tarde para hacer lo correcto y empezar de nuevo.
¿Qué podemos hacer?
- Reconocer en qué hemos estado fallando y arrepentirnos. Recordando que arrepentimiento es cambiar de dirección, lo cual implica que voy a empezar a hacer lo que bíblicamente como hija de Dios estoy llamada a hacer y no he estado haciendo.
- Orar por más amor y misericordia para con mis hermanas en la fe.
- Identificar una situación y comprometerme a ayudar, aún esto implique tener que sacrificarme ya sea con mi tiempo, dinero, o esfuerzo.
- Motivar a otras a través de mi ejemplo a elegir este camino de servicio a otros.
Recuerda
Mejor es dar que recibir. Hechos 20:35 “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”