Tengo miedo. ¿Es válido?
Cada ser humano en algún momento de su vida experimenta esa sensación de alerta y/o angustia por la presencia de un peligro o mal, ya sea real o imaginario. Es el miedo, una emoción útil y despiadada al mismo tiempo. Dada por Dios para que sepamos cuando prepararnos para huir o atacar pero que si dejamos habitar en nuestros pensamientos desmedidamente, altera nuestra personalidad, planes y vida.
Miedo a la soledad
Miedo a la muerte
Miedo a la incertidumbre
Miedo a hablar en público
Miedo al qué dirán
Miedo a enfermar
Miedo al futuro
Miedo al fracaso
Miedo a exponernos
Miedo a los cambios
Etc., etc., etc.
Sin duda alguna podemos sentir miedo a muchas cosas en función de las situaciones que enfrentamos. En este mundo tan caído y pecador, cosas horrendas nos pueden acontecer a nosotras o a nuestros seres amados y para prueba de esto solo basta con leer el periódico y enterarnos de las noticias: secuestros, atracos, delincuencia, matanzas, catástrofes, inmoralidad, enfermedades. Todo esto y mucho más padece la humanidad como consecuencia del pecado, un mundo en donde las tragedias aumentan y todo va de mal en peor.
Entonces, ¿cómo no sentir miedo? ¿Es suficiente que se nos diga, simplemente, no temas?
Siente el temor, pero no te quedes temiendo.
El la biblia la expresión no temas, no es un mandato indiferente, es un consuelo y una exhortación. A veces creemos que no tenemos derecho a tener miedo y que debemos ser los más fuertes y derribar todo aquello que nos aterra y esto no es así. En realidad, lo que vemos en la Palabra de Dios son personas débiles, como nosotras, rodeadas de peligros, sintiendo un temor que es válido. Sin embargo, debemos hacerlo racionalmente.
No sufras por adelantado.
Una noche, mientras la arropaba en la cama, Corrie le habló a su padre del temor que sentía ante la muerte.
—Papá, tengo miedo de morir—dijo—. ¿Qué sucederá?
—Cuando hacemos un viaje en tren, ¿en qué momento te doy el billete? —preguntó él.
Corrie respondió: —Justo antes de subir al tren.
—Eso es —dijo el Sr. Ten Boom—. No te lo doy hasta que lo necesitas.
Pues lo mismo pasa con la muerte. Dios te dará lo que necesites cuando llegue el momento. No antes.
Sean cuales sean tus miedos (muerte, incertidumbre, soledad, rechazo) Dios estará ahí para darnos lo que necesitemos cuando lo necesitemos. De nada vale llenarnos de temor antes de tiempo, y por situaciones que quizás nunca acontezcan o si suceden, quizás no ocurran como pensamos.
Confía en Dios.
Isaías 41:13: Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Isaías 41:10: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Josué 1:9: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Salmo 56:11 En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”
Dios es quien nos ayuda antes cualquier eventualidad que se nos presente, porque se van a presentar momentos duros que nos llenen de miedo y ansiedad pero como hijas suyas nuestra confianza debe estar puesta no en nuestros recursos o fortalezas sino en Su poder y sabiduría que nos guía y sostiene diariamente.
Como leí en un post al respecto, “Una completa confianza en Dios, es la clave para vencer el temor. Confiar en Dios es rehusarse a ceder ante el temor. Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y confiar en que Él arregle las cosas. Esta confianza procede de conocer a Dios y saber que Él es un Dios bueno.”