Pequeños momentos de comunión
“La prioridad de Dios para ti es tu intimidad con Él”
La frase anterior es un extracto de algo que leí la semana pasada. Sabemos la importancia de tener un momento del día, apartadas para encontrarnos con Dios y tener nuestro devocional, que suele ser un tiempo más o menos amplio que dedicamos a la lectura y oración. Pero, igual de importante es poder pasar pequeños momentos de comunión con Dios durante el transcurso del día.
La realidad es que Dios está siempre presente, a donde vayas Él está contigo, no importa la hora o lugar. David lo expresó de esta manera:
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,
Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
Salmos 136:7-10
En ese mismo salmo David comenta su asombro ante este atributo de Dios: Su omnipresencia. Dijo, “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender” (vr.6). Aunque como David no entendamos que la presencia de Dios está en todo lugar, es una realidad porque lo enseña Su Palabra. Pero muchas veces no vivimos conscientes de ello y por lo tanto nos mantenemos alejadas de la presencia de Dios hasta nuestro siguiente devocional.
Esto no debe ser así.
Entonces, ¿cómo experimentar comunión con Dios a lo largo de todo el día? ¿De qué formas podemos estar en la presencia de Dios aun en los afanes cotidianos y monótonos de la vida? Te compartiré algunas prácticas, sencillas pero potentes, que a mí me ayudan. Claro, antes de aplicarlas debes tener en cuenta que lo primordial es estar consciente de que Dios está en todo lugar o para hacerlo más personal, Dios está contigo. Los Salmos continuarán guiándonos…
Mantén una conversación con Dios
Ya que Dios siempre está contigo puedes mantenerte siempre hablando con Él. ¡Qué gran privilegio! No tienes que esperar hasta la noche o al otro día en la mañana para sostener una conversación con Dios, Él siempre te puede escuchar y te aseguro que si prestas atención, siempre te va a hablar.
Habla frecuentemente con Dios. Si estás esperando transporte, pídele que puedas encontrar uno pronto. Si alguien llega a tu mente, intercede por las necesidades de esa persona, si recordaste algo que el Señor proveyó para ti, dale las gracias, si de repente hablando con alguien te piden un consejo o hacen alguna pregunta, mientras le escuchas, ruega a Dios por sabiduría.
Haz lo mismo con tus emociones, dirígelas a Él en el momento en que te ocurren.
Dios siempre te escucha. Solo tienes que hablar…
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Salmos 91:2
Alaba Sus obras
Presta atención a la creación ella siempre está hablando de Dios. Mientras caminas mira arriba, mira el cielo ellos cuentan Su gloria. Estás comiéndote una fruta, alaba y agradece a Dios porque permitió que alguien plantara una semilla, Él permitió que germinará y diera fruto para alimentarte. ¡Alaba a Dios! Si llueve ¡Alaba a Dios! Cuando veas en la calle una paloma comer migajas del suelo ¡Alaba a Dios! (y recuerda Mateo 6:26-33). Cuando el sol caliente tu piel al caminar ¡Alaba a Dios! Si, ¡Alaba a Dios! Todo esto es muestra de Su poder. Fuimos creadas para alabarlo, Él es digno.
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. Salmos 34:1
Canta
No me refiero a solo poner música de fondo sino a que cantes con tu boca. Escoge buenas canciones, mientras más bíblicas mejor. Esto te va a permitir proclamar verdades de las Escrituras, lo que a su vez sirve para llenar tu mente de la Palabra de Dios. Y si nuestra mente y corazón rebosan de Su palabra seremos motivadas y recordadas a obrar conforme a ella. Sin mencionar los beneficios a nuestro ánimo que cantar nos puede proporcionar…
Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien. Salmos 13:6Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Salmos 100:1
Estas tres maneras de tener momentos cortos de comunión con Dios se pueden complementar entre sí, pero lo que quiero mostrarte es que no tienes que esperar al domingo por la mañana o al tiempo devocional para lograr estar en la presencia de tu Padre celestial. No. Yo estoy convencida de que Dios desea comunión conmigo y cuán agradable es cuando respondo a ese deseo Suyo…
Buscad a Jehová, y su poder; Buscad siempre su rostro. Salmos 105:4