Hoy es el tiempo de cambiar
Ayer leí dos publicaciones en Instagram que me hicieron detener. Una de ellas decía:
‘Solo le quedan 100 días al 2020. ¿Qué harás con ellos?”
Y la otra:
“Hoy es el primer día, del resto de tu vida”
Creo que si dejo este articulo hasta aquí, ya sería suficiente para hacernos reflexionar. Pero Karen y yo no tenemos este blog para escribir artículos de cinco líneas, así que abundaré.
Yo sé que deseamos con todas nuestras fuerzas que el 2020 se termine, como si tuviéramos la certeza de que el primero de enero del 2021 todo estará resuelto. Y es que tenemos una fijación con lo nuevo, un aire de esperanza, expectativa e ilusión con los comienzos y los cambios. Y la verdad es que no hay garantía alguna… Es bueno tener esto en claro aunque no estemos listas para esa conversación.
Mi intención es hacerte pensar que no necesitamos que llegue otro año para empezar a vivir con plenitud, y a hacer los cambios que Dios desea y que tanto hemos postergado. Hoy es el día, para evaluar nuestras prioridades, relaciones, comunión con Dios, y para aplicar los ajustes de lugar de forma que nuestro presente realmente cuente, impacte a otros y glorifique a Dios.
Efectivamente, hoy es el primer día del resto de nuestras vidas. Independientemente de la cantidad de años que Dios disponga regalarnos, ya nada podemos hacer con el tiempo que se fue y por más que nos afanemos desconocemos el futuro y lo que traerá. Solo tenemos el hoy.
Hoy es tiempo de cambiar. Basta ya seguir con los mismos patrones de conducta, pecaminosos o no, que no te permiten avanzar en tu crecimiento espiritual, en tu amor por Dios y por las personas.
Proverbios 4:26 nos motiva a examinar la senda de nuestros pies…
Estas son algunas áreas (sin ningún orden en especial) en las que al examinarme noto que necesito mejorar y quizá tú también, te las comparto en forma de resoluciones.
- Servicio
e interés hacia otros
Serviré a otros con mis dones, talentos, fuerzas, tiempo y recursos, de forma sincera, amable y humilde buscando su bienestar e interesándome en sus vidas.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3
- Esfuerzo
Mostraré mas diligencia, esfuerzo, empeño, esmero y excelencia en las tareas que deba realizar, sean pequeñas o grandes, sin ser arrogante cuando obtenga buenos resultados.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor. Colosenses 3:23
- Oración
Buscaré el rostro del Señor para mantener una relación real, abierta e intima con Él, depositando mis cargas y necesidades en Sus manos; adorándole y agradeciéndole por quién es y lo que permite en mi vida.
En aquellos días él [Jesús] fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Lucas 6:12
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1 Pedro 4:7
- Uso del tiempo
Seré más organizada y cautelosa con la
forma en que uso mí tiempo, dando prioridad a aquello que es verdaderamente
importante sin sobrecargarme con ocupaciones o eventos que obstaculicen este
propósito.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como
necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos. Efesios 5:15-16
Pensamientos y emociones
Gestionaré mis pensamientos y emociones con mas apego a la Palabra de Dios, sin que estos me dominen y alejen de la verdad y la sensatez.
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 Corintios 10:5
- Entre muchos otros más…
Para concluir, es bueno que no nos abrumemos al hacer nuestra lista de cambios mientras examinamos nuestra vida, porque esta puede ser interminable. Pero, como hecho es mejor que perfecto, podemos identificar unos pocos primero y empezar a trabajar en ellos.
Siempre hay que recordar que tanto la motivación como la ayuda para aplicar estas mejoras vienen del Señor, y que solo con Su gracia y asistencia podemos lograrlo, pues en nuestras propias fuerzas no es posible a largo plazo.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5
¿ Y tú, en qué áreas necesitas cambiar ?