Indispensables durante el COVID-19
El mundo está pasando por un evento histórico de tensión y preocupación ante la pandemia de Covid-19 que cada día se intensifica en su propagación. Los números son alarmantes y las medidas tomadas por los países afectados han sido drásticas pero necesarias. Es bien sabido que muchas actividades han sido canceladas y el contacto social restringido, según el caso, en aislamiento o cuarentena.
No pretendo presentar detalles globales o nacionales, creo que todos hemos escuchado bastante al respecto, pero sí les comparto mi propia experiencia sobre el tema, los temores y reflexiones que he venido pensando.
A principios de Febrero comencé con un proceso gripal que terminó siendo una bronquitis asmática de acuerdo al diagnostico que me dio la neumóloga después de visitarla. Para entonces solo China tenia casos de Coronavirus, pero no puedo dejar de decir que me alarmé en su momento debido a que presentaba síntomas similares a los que presenta la enfermedad, luego de saber que tenía bronquitis me tranquilicé, además de que, en nuestro país no había circulación del virus.
Les confieso que temo a las enfermedades, sí, soy muy miedosa con eso y esta situación lo ha puesto en manifiesto en mí. Ha habido momentos en que se me han salido las lágrimas de solo pensar que mi condición actual me hace más vulnerable en caso de contraer el virus, he llorado recordando que mi papá, que vive en Estados Unidos, pudiera verse afectado, solo. Me he preocupado al ver pocas medidas de control y conciencia de muchas personas en mi país, comparado con otros. He pensado sobre familiares y amistades que tengo en el exterior donde el contagio es aún mayor. Y también me preocupa saber que tengo seres queridos que tienen que salir de casa sí o sí a sus trabajos ya que son de carácter médico o de expendios de alimentos y ellos día a día están expuestos.
PERO DIOS…
Aparte de seguir las recomendaciones dadas (quedarnos en casa, lavado frecuente manos, desinfección de superficies y objetos que tocamos con frecuencia, etc.), lo más importante es descansar en el Señor, Su poder y soberanía. Ante todo esto y el tiempo que tenemos extra, es sumamente oportuno e indispensable encontrarnos haciendo lo siguiente:
- ORAR
La oración definitivamente cambia las cosas. Cambia nuestro estado de ánimo, nos tranquiliza, nos permite interceder por otros y clamar por la misericordia y compasión de Dios. La oración tiene poder.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
- MEMORIZAR LA PALABRA
Es vital recordarnos a nosotras mismas las verdades y promesas Divinas. Memoriza y repite con frecuencia versículos acerca del poder de Dios, de Su cuidado para con nosotros, de Su justos juicios y la fortaleza que representa saber que somos Sus hijos y tenemos una esperanza eterna.
Estos son algunos de los que empecé a memorizar y recordar. Te animo a que los escribas y coloques frente al espejo, o de fondo de pantalla de tu celular o computadora, también los puedes poner en tarjetas y llevarlos contigo en tu bolsillo con el fin de que lo tengas siempre a mano:
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmos 46:1
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios… echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:6-7
- AGRADECE Y ALABA
Dale cada día gracias al Señor por la vida, por la salud, por tu salvación. No demos nada de esto por sentado. Agradecer al Señor y cantar alabanzas a Su nombre te ayudará a estar mas calmada y con la mirada puesta en Él. Aquí te dejo una canción para que empieces a poner este punto en practica de inmediato.
- COMPARTE EL EVANGELIO
Hoy más que nunca debemos compartir las buenas nuevas de salvación a otros. Las personas están mas sensibles y dispuestos a escuchar de la palabra del Señor, así que es una oportunidad para que presten atención al evangelio y reflexionen sobre la vida y la muerte.
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Creo que, Dios mediante, cuando todo esto termine, quedaremos marcados por este acontecimiento para siempre. Nuestras vidas nunca serán las mismas. Que Dios nos ayude a sobreponernos, que nos guarde y proteja.